Denunciamos
un acuerdo de despidos por vulneración de derechos fundamentales, que tiene
tantas irregularidades que sorprende la normalidad con la que se ha actuado,
tanto por parte de Avanade como por parte de la supuesta representación
firmante, la cual no ostenta legitimación para ello.
Poner una
demanda de este tipo para nosotros no es un plato de gusto, pero el origen de
esto es la mala fe negociadora de la empresa, la complicidad de los firmantes y
los distintos problemas que puede acarrear en el futuro si esto no se para
ahora.
Desde el mes de enero de 2025, Avanade ha
estado vulnerando los derechos fundamentales de todos sus empleados, llevando a
cabo una reestructuración, poco clara y arbitraria, que se ha realizado en
fraude de ley y que después se ha intentado legitimar mediante un acuerdo de
despidos colectivo que representaba, un cheque en blanco para la empresa.
Dadas las múltiples irregularidades del
acuerdo y la situación de desprotección en la que quedaba el personal de
Avanade, desde la CGT hemos presentado una demanda de impugnación de despido
colectivo contra Avanade Spain S.L.U. ante la Sala de lo Social de la
Audiencia Nacional.
En el centro de trabajo de Madrid, hemos sido
el único sindicato que ha votado en contra del acuerdo que la empresa ha
implementado. Mientras, otros sindicatos como CSIF han dado su visto bueno a
esta violación de derechos, y otros como UGT Madrid han optado por abstenerse
en la votación del acuerdo. En el caso del Comité de Barcelona los
compañeros de UGT Barcelona rechazaron el acuerdo juntamente con CGT.
New
Horizon no es una reorganización que busca “eficiencia”. Son Despidos
Colectivos y subrogación encubierta.
Con el término “New Horizon” Avanade
está llevando a cabo una reestructuración masiva de personal; lo que se
presenta como una reorganización empresarial, que busca hacer la empresa “más
eficiente” en realidad, es un traslado forzado de personal de Avanade a
empresas del grupo Accenture que debería haberse realizado como una subrogación
de una parte de la empresa en base al artículo 44 del ET.
Además, Avanade lleva a cabo una serie de
despidos colectivos disfrazándolos de individuales para no seguir los trámites
de ley. Elude de esta forma todos los derechos de información, consulta y
negociación que deberían tener los trabajadores de Avanade y que establece el
artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores.
Desde el inicio del proceso, CGT hemos
transmitido de manera continua a Avanade y al resto de fuerzas sindicales la
necesidad de trasparencia en la información y respeto por nuestros derechos.
Sin embargo, la empresa ha negado de manera sistemática la información
solicitada por la Representación Legal de los Trabajadores (RLT), incumpliendo
requerimientos de la Inspección de Trabajo y vulnerando el derecho a la
negociación colectiva.
Un
acuerdo que abre las puertas a extender los despidos más allá de Corporate
Functions a cambio de unas indemnizaciones que mejoran mínimamente las condiciones
legales para conseguir una renuncia de tus acciones legales
Mientras Avanade negaba la existencia de un
despido colectivo y se oponía a proporcionar la información que la ley exige,
secciones sindicales como CSIF en Madrid y CCOO + UGT en Málaga firmaron
acuerdos en sus respectivos centros de trabajo, que en la práctica le dan a la
empresa un “cheque en blanco” para despedir libremente hasta finales de 2026.
De esta manera el acuerdo permite despedir a
todas aquellas personas que según la interpretación de la empresa formen parte
de Corporate Functions, algo que es totalmente abierto a interpretación,
ya que los propios acuerdos no tienen criterios de afectación, ni listado de
afectados con nombres y apellidos.
En la práctica, bajo este acuerdo Avanade
podría despedir a las 67 personas que forman parte de Corporate Functions y
además incluir en este saco a más personal dado que el acuerdo no precisa de
forma clara y meridana a quién afecta.
Los
sindicatos firmantes, CSIF Madrid, CCOO y UGT Málaga ponen en peligro
los derechos del resto de trabajadores convirtiendo el proceso en ilegal de una
manera manifiesta
A continuación, indicamos las múltiples irregularidades
del acuerdo denunciadas ante la Audiencia Nacional:
·
No se ha
iniciado un proceso negociador por las vías establecidas
A pesar de que, por el número de afectados, es decir 67 debía
hacerse, la empresa ha hecho simplemente una serie de reuniones y no ha seguido
los procedimientos de negociación establecidos acordes al artículo 51 de ET, ni
creando una comisión según artículos 87 y 88 de ET.
·
No se
alegan las causas objetivas de los despidos en base al artículo 52 de ET
Únicamente
se aplican motivos vagos como: “la compañía está inmersa a nivel mundial en un
proyecto de cambio denominado New Horizon”
·
No se
determinan los trabajadores afectados por los despidos ni los criterios de
afectación
·
No se ha
entregado la documentación requerida por la legislación ni la RLT
·
Se ha
fragmentado de manera artificial el proceso de negociación
Se
inician las negociaciones con todos los representantes, para después
continuarlas por separado y firmar acuerdos por centro de trabajo más
benevolentes. En algunos de los centros la negociación ha sido de mala fe por
parte de la empresa; “lo tomas o lo dejas”.
· Los
sindicatos firmantes CSIF Madrid, CCOO y UGT Málaga exceden su legitimidad
Dichos
sindicatos han firmado como Comité acuerdos que afectan a la totalidad de los
trabajadores, excediendo de forma grave, la legitimación que tienen en base a
su limitada representación, poniendo en peligro los derechos del resto de
trabajadores dotando al proceso de una ilegalidad manifiesta y evidente.
· Los
acuerdos incluyen renuncias forzadas de derechos impuestas a los trabajadores
para recibir su indemnización.
Las irregularidades han sido tan amplias que
sorprende la normalidad con la que se ha actuado, tanto por parte de Avanade
como por parte de la supuesta representación firmante, la cual no ostenta la
legitimación necesaria para ello.
La mala
fe de Avanade y la mala praxis de CSIF Madrid, CCOO y UGT Málaga firmando un
acuerdo ilegal, podría llevar a que, si Avanade decide realizar dichos
despidos, el juzgado los declare nulos, implicando tal vez el retorno de
personas despedidas y otras consecuencias importantes.
Todo
ello por no plantar cara a las ilegalidades propuestas por la empresa.
Hemos de tener todos claro, que Avanade y los
sindicatos firmantes han decidido promover un acuerdo con múltiples
irregularidades que sitúa a los trabajadores en esta delicada situación a la
vez que permite que Avanade pueda continuar su plan de despidos.
Si la Audiencia Nacional analiza y confirma
las múltiples irregularidades denunciadas por CGT, este proceso y el acuerdo
firmado perdería su validez jurídica. Esto implicaría además posiblemente que
los despidos que la empresa vaya a realizar en un futuro próximo, podrían ser
considerados nulos por el juzgado y tendría que revertirse todo el proceso,
teniendo que regresar las personas a su puesto de trabajo con todas las
implicaciones que esto tendría para las mismas. Si se produce esta situación
además la empresa podría ser sancionada por infracciones graves bajo la Ley
sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS) por vulnerar derechos
colectivos y falsear causas de despido.
La mala fe negociadora llevada a cabo por
Avanade, obviando todos los derechos de los trabajadores y la RLT, la
complicidad de los sindicatos firmantes ignorando la situación de
vulnerabilidad en la que queda el resto de la plantilla y los distintos problemas
que pueden derivar en el futuro por este proceso, nos obliga a denunciar dichas
ilegalidades frente a los juzgados.
Desde
CGT queremos impedir futuros despidos ilegales e injustificados y que
la empresa establezca un modelo de despidos que extienda al resto.
Buscamos
una defensa colectiva que no podemos obviar por cuestiones individuales.
Defendemos el marco de seguridad y estabilidad que garantiza el futuro de la
plantilla.
Desde CGT queremos dejar claro que somos
plenamente conscientes de las situaciones particulares que atraviesan muchos
compañeros y compañeras. En cualquier caso actualmente no nos consta ningún
futuro despido confirmado (ni la empresa lo ha anunciado ni los propios
trabajadores nos lo han comunicado), pero si vemos que la empresa con una
ausencia de humanidad total mantiene desde hace meses en una situación de total
incertidumbre a algunas personas no sabiendo si van a ser traspasadas a
Accenture o Avanade tiene intención de despedirlas. Para los casos que nos han
consultado hemos dado nuestras recomendaciones.
Avanade
recurre al mobbing encubierto para forzar renuncias y abrir la puerta a
despidos arbitrarios
Desde su más absoluta mala fe, y con la clara intención de forzar
renuncias “voluntarias” para ahorrarse las indemnizaciones que legalmente
corresponderían, Avanade ha degradado deliberadamente la carga de trabajo de
algunos empleados, reduciéndolos al absurdo de permanecer sin tareas
efectivas. Esta estrategia, tan ruin como cobarde, constituye una forma
encubierta de mobbing empresarial, destinada a quebrar la voluntad de
quienes aún defienden sus derechos. Una práctica que retrata con crudeza el
nivel de desprotección al que están expuestos los trabajadores cuando una
empresa se cree por encima de la ley y actúa impunemente, si no se le planta
cara desde la representación sindical.
Ante esta situación, nuestra responsabilidad es firme: no vamos a apartar
la vista de los derechos colectivos, porque lo que hoy se tolera contra unos
pocos, mañana puede extenderse a todos. No vamos a permitir que se pisoteen
los derechos del colectivo que representamos ni que se abra la puerta a un
sistema de despidos arbitrarios disfrazado de “reorganización” o “eficiencia
empresarial”.
Por eso, nuestra postura es clara: No se
trata de conseguir más o menos dinero por un despido, sino de salvaguardar los
derechos laborales que nos protegen a todos. Lo que defendemos hoy con esta
demanda es, en realidad, el marco de seguridad y estabilidad que garantiza el
futuro de la plantilla y de quienes vendrán detrás; es la garantía de que no se
normalicen despidos arbitrarios o la pérdida progresiva de condiciones
laborales que nos pertenecen por ley.
Es cierto que en este proceso hay secciones
sindicales que se centran en las personas que dejarán la empresa, buscando las
compensaciones más favorables para ellas. Sin duda conseguir algo positivo para
aquellos que se van puede ser beneficioso para esas personas y cómodo para la
sección sindical en ese momento, pero es crucial que todos comprendamos que
ceder a esa comodidad tiene un precio: las condiciones que se aceptan para
quienes se van pueden, sin que nos demos cuenta, poner en peligro los derechos,
la seguridad y la estabilidad de los más de 1,000 compañeros que permanecemos
en la empresa.
Organizarse y actuar juntos no es un acto de
confrontación, sino un ejercicio de responsabilidad y solidaridad. Significa
entender que nuestros derechos no se sostienen solo por acuerdos aislados, sino
por la fuerza colectiva y la conciencia de que cada acción individual impacta
en el conjunto. La unión nos permite resistir prácticas injustas y exigir
transparencia, respeto y justicia, recordando que la verdadera fuerza de la
plantilla radica en su cohesión y determinación.
Ahora es el momento de mirar más allá del
corto plazo y de entender que nuestras decisiones de hoy definirán el entorno
laboral de mañana.
En CGT defendemos: Dignidad, Justicia,
Solidaridad y Seguridad en el trabajo.