En las últimas semanas, desde el Comité de Empresa, se decidió plantear a la empresa la necesidad de incrementar las dietas de transporte existentes, las cuales llevaban más de 15 años sin modificarse.
En este artículo desde CGT te queremos mostrar un análisis de la situación. Consideramos que no se puede hacer una valoración tan simple como que las cosas suben más o suben menos, hay que ponerlas en contexto y estudiarlas en detalle.
Por nuestra parte hemos trabajado en eso, así como en solicitar a la empresa toda la información necesaria (información económica fundamentalmente) y trabajar en la negociación con datos y con una actitud de apertura, pero al mismo tiempo de exigencia y poniendo encima de la mesa la realidad de nuestros gastos.
Es evidente que, tras 15 años, el coste del transporte se ha incrementado de una manera muy notable y realmente la dieta de transporte se había tornado insuficiente.
La dieta se ha incrementado de 4 euros a 6 euros, lo que corresponde a un incremento en la dieta de transporte de un 50%, como bien nos ha dejado ver Avanade.
No obstante, y pareciendo a priori un buen incremento, hay que decir que el precio de los combustibles se ha incrementado, desde 2005, de los 0,80 € a los prácticamente 2€. Es decir, un incremento del 250%.
Teniendo en cuenta el incremento que han tenido los combustibles, la dieta se debería de haber incrementado en una cantidad de 6€, de tal manera que desde este momento la dieta fuese de 10€.
Analizando el incremento al que la empresa ha dicho que podía llegar, el caramelo comienza a volverse un poco agridulce y más aun teniendo en cuenta que no hemos incluido el incremento de los costes de mantenimiento de un vehículo.
¿Cuántos empleados disfrutan de esta dieta de transporte? Pues la verdad es que son pocos los proyectos que disfrutan de esta dieta, ya que la dieta (sin entrar en detalle) solo afecta a los proyectos que se sitúan fuera del término municipal de Madrid (excepto Pozuelo), dependiendo de si hay transporte público cercano o no.
Realmente y dado que nuestro centro de trabajo está en Pozuelo, fuera de Madrid, tal vez la norma debería ser que todos los proyectos situados fuera del término municipal de Pozuelo disfrutasen de esa ayuda de transporte, ya que cuando tenemos que desplazarnos a las oficinas tampoco se nos ofrece esa dieta de transporte, estando estas situadas fuera del término municipal de Madrid.
Desde el punto de vista de CGT, la cuestión no debería ser simplemente la valoración de una ayuda si hay transporte público cercano o si está fuera del término municipal. La cuestión es más inherente a nuestro trabajo.
Debido a las condiciones de nuestro trabajo, no tenemos unas oficinas fijas donde acudir, debemos desplazarnos a los centros de trabajo de nuestros clientes, debemos acomodarnos a sus horarios, elegidos de manera individual muchas veces eliminado condiciones contractuales de terminar los viernes a las 14:30 o disfrutar de nuestra jornada intensiva sin tener que sufrir “Desplazamientos horarios” (con los que no estamos de acuerdo tal y como se plantean y no hemos firmado) o poder gestionar unas vacaciones con la suficiente previsión.
La dieta debería ser para todos los proyectos situados fuera del término municipal de Pozuelo
Por otro lado, la opción de transporte público está muy bien, pero hay que tener en cuenta el tiempo de desplazamiento. A todos los trabajadores de Avanade nos gusta después de nuestra jornada laboral poder disfrutar de nuestra familia, nuestro ocio o incluso de poder dedicar tiempo a nuestra formación después del trabajo. Todo esto no es posible con unos tiempos de desplazamiento, que en el caso de algunos compañeros llegan se acercan al 20% de una jornada laboral, incluso utilizando nuestro transporte privado.
Desde CGT pensamos que esta “dieta de transporte” debería hacerse extensiva a todos los empleados independientemente del proyecto o localización, con la idea de compensar unas desventajas propias de nuestro trabajo y no tratar de vincularla a unas condiciones de existencia de transporte público u otras condiciones que lo único que pretenden es que la reciban los menos empleados posibles.
Nuestra visión
Pensamos que debemos dejar de discutir con la empresa cuestiones relativas al número de kilómetros, si el empleado vive lejos o cerca del cliente, o el centro de trabajo está en Pozuelo o en Sebastopol y centrarnos en de qué manera podemos paliar los contratiempos económicos y de conciliación relativos a nuestro trabajo y un primer paso por parte de Avanade podría ser extender esa dieta a todos los empleados y ampliar su cuantía.
• El combustible sube un 150%
• El metrobus sube un 110%
• Me desplazo a las oficinas del cliente
• Nos adaptamos a sus horarios
• Sufrimos desplazamientos de horarios
• Tiempos de transporte excesivos
• Dificultades de conciliación
Resumiendo, que el caramelo se torna un poco agridulce si lo analizamos desde diferentes perspectivas.
La subida de la dieta de Airbus
Para poder analizar la situación y la viabilidad de los incrementos, por parte de CGT hemos solicitado la información económica de los últimos trimestres, así como insistir en la necesidad de tener las cuentas anuales. Dichas cuentas anuales han llegado con años de retraso y solo tras la insistencia de CGT.
Además, se planteaba una reunión para aclarar dudas. La empresa se ha limitado a responder de manera parcial y con poca colaboración, denegando la posibilidad de reunirse. Otra muestra de falta de transparencia y una actitud de dificultar el trabajo de los representantes de los trabajadores.
La información económica recibida muestra claramente que la empresa va muy bien. Todo apunta a que tengamos cifras récord.
El FY pasado pudimos ver varios correos de la empresa donde se alardeaba de “los mejores resultados económicos de la historia”. Los resultados de los últimos trimestres hacen prever que este año los números serán mejores aún. Sin embargo, no vemos que esto se traslade ni a las subidas salariales donde continúa habiendo subidas 0 o subidas de un 3% tras varios años sin subidas, ni a las subidas de los gastos a los posibles que nos vemos sometidos debido a nuestro trabajo (dietas de transporte y teletrabajo) donde no se cubren los costes reales.
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