martes, 8 de mayo de 2018

El peligro de un COMITÉ formado por TRABAJADORES AFINES a la DIRECCIÓN ("Lista Amarilla")


Durante los últimos años, hemos tratado de defender tus derechos frente a la empresa.

Obviamente hay personas interesadas en que nuestra labor no continúe porque es más fácil llevar a cabo las acciones ejecutivas dentro de la empresa sin tener en cuenta los derechos de los trabajadores prevaleciendo la decisión de la empresa, aunque esta no sea conforme a las leyes establecidas (pago de vacaciones, antigüedad, exceso de horas extras). Ya no hacen y deshacen las cosas como quieren, ahora tienen a alguien delante que lucha por tus derechos.

Aprovechando la convocatoria de elecciones, “alguien” a quién le moleste la acción sindical de CGT, puede buscar métodos para poder realizar sus acciones de una manera más ágil y además enmascarada bajo la representación de los trabajadores. Es lo que se llama una lista amarilla.

¿Qué es una lista amarilla?

También conocidas como sindicato amarillo o sindicato vertical. Aquellos sindicatos, que, siendo formados por trabajadores, responden a los intereses del empresario antes que a los de estos. Se caracterizan, además, por ser poco combativos (en otras palabras, sumisos) frente a la empresa, y por carecer o haber perdido la independencia.

¿Quién forma parte de una lista amarilla?

Habitualmente formada por trabajadores próximos a la dirección o afines a la misma. Suelen participar personas que son un referente en la empresa en el ámbito profesional. Pero debes tener claro que el hecho de que te haya podido ayudar en un proyecto o en determinadas tareas no significa que vaya a defender tus derechos frente a la empresa. Menos aún si tiene cierto poder ejecutivo dentro de la misma. Es evidente que lado de la balanza ganará.

Objetivos

Hacerse con el control de la RLT (Representación Legal de los Trabajadores) para asegurarse la aprobación de medidas sin oposición, minimizar riesgos de denuncias, suprimir ventajas adquiridas, etc.

Conseguir más de la mitad de los delegados de la compañía para hacer lo que quiera sin que el resto del comité pueda hacer prácticamente nada.

Si saliese adelante una lista de este tipo sería altamente perjudicial para todos los trabajadores, puesto que los intereses de sus representantes serían los de la empresa y no los de estos. Por ejemplo, se podría eliminar la jornada intensiva de manera generalizada o tratar de normalizar algo que acabamos de ver recientemente, el pago de las vacaciones en lugar de su disfrute.

Algunos ejemplos de sindicatos amarillos:




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